Buenos días, buenas tardes, buenas noches,
Si estás leyendo este correo es porque hemos compartido en algún momento un pan, una montaña o una película; los tres universos que rodean mi vida en la actualidad. Desde hace varias semanas estaba pensando cómo unir estos mundos y se me ocurrió que una newsletter podría funcionar para compartir historias, reflexiones, recomendaciones o anécdotas, qué espero te puedan interesar.
Hace pocos meses vi una película que se llama Las Ocho Montañas. Cuenta la historia de Pietro y Bruno, dos niños que se hacen muy amigos en la montaña y se separan en su juventud por diversos motivos. El primero decide viajar por el mundo, el segundo quedarse en su pueblo natal en el medio de los Alpes italianos. Cuando se vuelven a encontrar luego de muchos años, los dos han cambiado mucho. Pietro se ha vuelto un escritor famoso mientras que Bruno cría vacas y hace quesos para venderlos con su familia en el mercado. El primero, cansado de tantos viajes y de no tener una residencia fija quisiera la paz y rutina del segundo, quién a su vez se lamenta no conocer nada más que su valle, sus vacas y las montañas que ve desde su granja.
Una historia nepalí cuenta que el mundo está compuesto por ocho montañas y ochos mares, formando un círculo. En el centro está el Monte Sumeru, la montaña sagrada. ¿Quién aprende más en la vida? ¿Los que han escalado las ocho montañas y atravesado sus mares, o los que suben únicamente al Sumeru y permanecen en su centro?
En la película, los roles de Pietro y Bruno son muy claros, sin embargo, la pregunta queda abierta. Te invito a preguntarte cómo ha sido tu vida, cómo es ahora, o cómo quisieras que sea. Como la de Pietro recorriendo el planeta, anhelando un centro, o como la de Bruno, mirando desde su hogar los confines del universo. Personalmente, pienso que en mi vida he tenido periodos Pietro, periodos Bruno y hoy me encuentro más bien en una etapa que busca el equilibrio de estas fuerzas y aprendizajes en cada paso que voy dando día por día.
Esta película reúne de manera muy linda al cine y a la montaña con enseñanzas como ésta que cuento y otras más... Todas intercaladas por escenas donde los personajes comen pan campesino de masa madre como el que me gusta hacer.
Puedes ver el trailer aquí.
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OPCIÓN 2: Pan, cine y montaña
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Siéntete libre de compartir este correo con quien creas que le pueda interesar. Me comprometo a escribir esta newsletter periódicamente, dos o tres veces por mes, quizás más, quizás menos, entre una montaña y una proyección, entre un amasado y una horneada o entre un rodaje y una escalada, aquí estaré.
Te deseo una buena semana de ricos panes.
Tomás Astudillo Fierro